
Dan la cara y ocultan a culpables, el presidente Biden endeuda a norteamericanos y ucranianos y genera gigantescas ganancias para la industria armamentista y banqueros quiénes financian sus operaciones de compra de materias primas, fabricación y venta.
Biden destruye la economía europea, los agricultores, la industria automotriz, inversores y fabricantes pierden encarece y baja el nivel de vida de sus ciudadanos, mientras las corporaciones norteamericanas se disponen a lucrarse con la venta de energéticos un 40 % más caros.
De esta forma reduce la competencia de países aliados y daña la productividad de sus enemigos China y Rusia.
Esto Biden no la hace porque él sea brillante o bruto, lo hace liderando a un sumiso y obediente parlamento europeo y miembros de la OTAN, todos dependientes y endeudados por los dueños de la banca central mundial y los fabricantes de armas, los dueños de los dólares.
Este es el mayor poder hegemónico mundial, el poder al que los gobiernos de occidente están sometidos pues están endeudados por más de 70 % de producto interno bruto (PIB) y quién lidera al grupo el gobierno norteamericano, esta endeudado en un 123 % de su PIB.

El endeudamiento de naciones requiere de la producción de armas y la generación de conflictos bélicos para que estas sean vendidas a países proveedores en el caso actual los EE. UU. y la Unión Europea UE países receptores deudores el caso de Ucrania.
A este interés se debe la expansión de la OTAN, a la ambición desmedida de banqueros y fabricantes de armas, política de expansión que ha continuado desde la unificación alemana, ante este avance constante y el rechazo a todas propuestas paz propuestas a la Unión Europea saboteadas por la Casablanca, no dejan alternativa a la Federación Rusa que lanzar una operación militar especial para delimitar el avance hostil hacia su frontera y como resultado la destrucción de infraestructura, la pérdida de vidas la sufre Ucrania sus soldados, gente inocente, fanáticos y tontos útiles mueren. No mueren norteamericanos, razón por la que el ese pueblo poco o nada se entera de lo que sucede en el viejo continente.
Es pasmoso ver como los norteamericanos callan ante el aumento de las ventas de armas, que resultan capturadas y destruidas y que sus impuestos pagan. Sorprender el silencio de los europeos, pero se comprende más fácilmente pues la soberanía de sus naciones está sometida al Parlamento Europeo quien decide forzado por la NATO quiénes acallan sus voces, pagan más caro por la energía, los alimentos, alquileres y ven caer su nivel de vida sin ser que se les consulte pues han perdido su soberanía.
Lo que acontece es real, no es ficción y este modelo capitalista basado en la guerra, en este siglo ya posee poder de seducción, su retroceso es inevitable.
Ernesto Panamá
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