Escrito dedicado en especial a personas menores de 40 años.

Los militares se perfilaban como los gobernantes en El Salvador, el coronel José María Lemus es electo para el periodo 1956 – 1962 y derrocado en 1960. Lemus prosiguió las reformas sociales de su antecesor el general Osorio, enfrenta la caída de los precios del café y se opone a la implementación de ley “anti-sedición” ordenada desde la Casablanca. La crisis económica, la resistencia del gran capital a las reformas sociales y la no implementación de la ley “anti-sedición” provocan su derrocamiento por una Junta de Gobierno compuesta por militares y civiles.
La alianza entre extranjeros (gobierno norteamericano), oligarquía y militares unidos por intereses económicos y “evitar el avance de la revolución cubana”, se consolidad, las reformas sociales que el general Osorio, el partido PRUD y el legado que Lemus intento seguir, debían borrarse del mapa político y para esto debe crearse un nuevo partido político.
Seis meses después del golpe entregan el poder provisionalmente a Esebio Rodolfo Cordón Cea y mientras se instalado el sistema de explotación, los militares buscan formar el nuevo partido político. Napoleón Duarte recién fundaba de Partido Demócrata Cristiano y los militares solicitan integrarse, pero la dirección del PDC rechaza su solicitud.

La Casablanca y los oligarcas financian la creación del PCN (Partido de Conciliación Nacional) la ley “anti-sedición” se aprueba, la CIA (Central de Inteligencia Americana) financia la creación de ORDEN Organización Democrática Nacionalista integrada por exmiembros de la fuerza armada quienes actúan como activistas políticos del PCN y a la vez de informantes a los cuerpos de seguridad quiénes están a cargo de la hacer cumplir la ley de sedición, la que da inicio a la persecución política y es el origen de los “escuadrones de la muerte”.
El Sistema corrupto controla el café, el Banco Hipotecario maneja recursos cafetaleros y créditos a los integrantes de la fuerza armada, la oligarquía financia el partido político controlando de esta forma los tres poderes del Estado y la Fuerza armada, el sistema corrupto se perfecciona y da comienzo la dinastía militar con la elección del Coronel Julio Adalberto Rivera, le siguen el Fidel Sánchez Hernández, el coronel Arturo Armando Molina, hasta terminar con el general Carlos Humberto Romero, el último gobernante militar del país.

Lo que en realidad sucede es que la dictadura oligárquica promueve un sistema corrupto que priva a las mayorías de necesidades y oportunidades, las que generan no solo desigualdad, pero además frustración y miseria. Y estas condiciones son la tierra fértil para la siembra del odio de clases. Con el tiempo voy comprendiendo los bachilleres que estudian la carrera militar no son electos democráticamente, si no a través de elecciones fraudulentas con el aval de los EE. UU. Gabinete, sistema judicial y legislativo los nombra la oligarquía, mientras los salvadoreños aterrorizados por la amenaza comunista acuden cada vez en menor proporción a votar el PCN que enriquece a la minoría gobernante. Según los EE. UU. los regímenes militares eran su mejor opción, pero el sistema corrupto instaurado los a debilitarse.
¿Me pregunto, este fue un plan premeditado elaborado a largo plazo en Washington D. C.? ¿O los acontecimientos en Irán, el islamismo y radicalización religiosa es “casualidad” que se desaten juntas y por el galardonado nobel de la paz?
Debo recordarles que la persecución política es el resultado de la ley “anti-sedición” mandada a implementar por el gobierno norteamericano en los 60´s, no en los 80´s otra leyenda que los comunistas utilizan para desprestigiar a quienes en las urnas los derrotaron.
Nuestros gobernantes y oficiales ignorantes de sus consecuencias que acatar estas políticas causarían siguieron las directrices, las que eran supervisadas por sus asesores militares destacados en casa presidencial, instituciones de inteligencia y cuerpos de seguridad. La persecución política, la represión, secuestro y desaparecidos se dirige desde Washington
La inestabilidad, el odio de clases aumentan, el rechazo popular obliga a los militares a robar las elecciones con el aval de la “democracia del norte” que además avala las acciones de los escuadrones de la muerte, la corrupción, el analfabetismo, el mal servicio de saludo, el contrabando, la impunidad y la dictadura de la oligarquía.
¿Por qué los presidentes llevaban adelante estas órdenes?
Existen para esto razones externas, internas pero solo su ignorancia o apego al poder las pueden justificar.
Desde 1945 al finalizar la Segunda Guerra Mundial, el mundo se polariza en dos tendencias en Capitalista y otra Comunista.
La mayoría de los lectores, no habían nacido cuando los EE. UU.
La situación interna y la política norteamericana demandan su renuncia. El gran capital acata las ordenes de la Casablanca y el país se hunde.

EE. UU. (Estados Unidos) y la URSS (Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas) representantes del capitalismo y el comunismo, deciden erigirse como los amos de los habitantes de la tierra y decidir enfrentarse con ellos exponer sus tropas y hasta ahora la gente de los países que se proponen dominar, por supuesto, tienen las armas y los fabricantes, buen negocio, el pleito, las armas, el debilitamiento y los más dependientes.
Está claro que esto, ni siquiera lo que relato hoy ni siquiera lo sospechaba en esa época. Creía que debías ser de derecha o izquierda.
Pues bien, su servidor cuando se da el golpe de estado cuenta con 19 años.

Mi niñez estuvo influenciada por la radio, las películas, los fines de semana, la vida en familia era una grata costumbre. A los seis años conocí la televisión Era blanco y negro dos o tres canales, noticas al medio día y en la noche. Los periódicos llegaron a la casa, pero no a la leía, los cómicos, Trucutú, El fantasma, Tarzán, El Príncipe Valiente. Archie, Periquita, entre otros.
Escuchaba a mi padre relatar que la gente abandonó Cuba, pues eran despojados de sus propiedades.
Esta propaganda que reproducirá nuestros medios de difusión llegó a través de las agencias internacionales de noticias, prensa, otros servicios de los periódicos y algunas radios.

De San Salvador llegó a Santa Ana. El Diario de Hoy y la Prensa Gráfica y en la ciudad publica el Diario de Occidente. Además, recuerdo las noticias en el cine, por supuesto noticias con varios días en la relación con la fecha de suceso.
Nuestros padres crearon una tarta y juntillas.
Por supuesto, las diferencias sociales existían, y la relación era armoniosa.
Con el paso de los años Los medios de difusión Crecen Se expande Su cobertura, La población tiene más información. Lo que acentúa las campañas de propaganda en contra del comunismo y el socialismo.
Esto lleva a consolidar las alianzas entre las familias más ricas del país con los militares.

Los militares saben que, de llegar a los comunistas al poder, ellos dejarían de gobernar. Las bases de las familias se perderán sus propiedades agrícolas, privilegios legales, comerciales y el control que tienen sobre el Poder Legislativo.
Los dueños de los medios de comunicación se suman a la alianza, ya se plantan en un régimen comunista no existe la libertad de prensa y además se enriquecen con el monopolio del papel y la noticia privilegios que perderían.
Es por esta razón que la información por ellos mismos se produce más allá de la imparcialidad y la condena que se opone a los regímenes militares, a la hora de representar la política acentuando el lavado de las mentes.
A esto debemos sumar la directriz que aún no es una alianza nacional con el internacional, que hay que evitar la educación del pueblo porque es más fácil intervenir la mente de las personas incultas.
Estas alianzas, políticas y resultados siguen dominando la caótica situación nacional y agregamos la nueva variante del poder creciente de los cárteles de la droga y la violencia que aterroriza sin necesidad de declarar una guerra formal, la sociedad se mantiene constante.
Es imprescindible para lograr esto, no revelar la verdad y esto permitirle la confusión que le permita llegar a los convenios y la razón por la que los libros escritos por los militares y los miembros de las fuerzas revolucionarias no aportan nada a la unidad de nuestra nación.
Algunos lo hacen porque se desconocen los hechos, pero otros se ocultan para justificar una posición que no tiene defensa. Mientras que la población se inclina por una historia. Y rechaza la posibilidad de unión nacional.